El objetivo de los madereros es conseguir , tras la tala de árboles gigantes, maderas preciosas y recursos para poder mantener a sus familias, tener trabajo y poder dar trabajo a otras personas, ya que para ellos es mejor dedicarse a ese oficio que convertirse en traficantes de droga; que son las dos únicas profesiones que hay en ese lugar.
Los madereros pueden ser legales o ilegales dependiendo de si tienen o no papeles, pero talar el árbol de la caoba es totalmente ilegal.
La caoba es el árbol más protegido, codiciado y deseado de todo Brasil, siendo además, el más ilegal a la hora de talarlo, por el simple hecho de estar en peligro de extinción.
Para los madereros, talar el árbol de la Caoba es el premio gordo, pero corren el peligro de acaba en la cárcel.
Es una de las maderas preciosas, de color rojizo, muy apreciada para los muebles de gran calidad. Una vez taladas por los madereros en el valle Yavarí son compradas por inmobiliarias de Brasil.
Los más beneficiados son los que posteriormente las venden y ganan tres veces más que los propios madereros que las consiguen.
Tras acabar con los árboles de toda una parcela, pasaban a usarla para cultivos o para mantener el ganado. Ahí, a los ganaderos no se les reconocían sus propiedades ni derechos porque no tienen la documentación del Gobierno que les acredita esas tierras. Para poder sobrevivir, tenían que agrandar el área de la selva, para así poder producir más.
Se calcula que 908 ecologistas fueron asesinados, y que 500 de ellos en Brasil; los sicarios eran contratados por el jefe de los madereros para así acabar con las denuncias de los ecologistas, y con las luchas de éstos.
La mayoría de ellos fueron contratados por miedo a la competencia de los ecologistas.
Los madereros daban el trabajo a los sicarios, los cuales eran personas que hacían lo posible con tal de mantener a sus familias, aunque fuese uno de los peores trabajos.
En los lugares donde iban los madereros existían grupos que defendían la naturaleza y que emprendían manifestaciones y luchas contra ellos para proteger sus árboles. Muchos ecologistas murieron porque los madereros tenían armas más fuertes para luchar contra ellos. Algunos de ellos, al abandonar esa lucha, pudieron salvarse.
El mundo del maderero es muy duro, ya que una vez que te dedicas a ello tienes que aguantar el odio y la multitud de gente que está en contra tuya cuando ellos no saben el por qué de tu dedicación a ello que es por sacar a delante y darles un futuro a sus familias.
En el vídeo que he visto en clase sobre este tema me han impactado las lágrimas del sicario tras su arrepentimiento de haber matado a una mujer inocente, ya que su objetivo es el mismo que el de los madereros que es conseguir recursos y dinero de los que carece para ayudar a su familia.
Por otro lado, poniéndome en la postura de los ecologistas, creo que tiene razón porque los madereros están destruyendo el mundo y sobre todo y más importante el pulmón del planeta.
No me puedo posicionar a favor de ninguno porque cada uno lucha por salir adelante como puede.
Sobre todo la frase que más me ha marcado del vídeo ha sido: "En la vida, nada duele más que el hambre".
Aquí os dejo el link de una canción homenajeada a un gran hombre llamado Francisco Alves Mendes Filho, defensor de la Amazonia y hombre de honesta familia que murió asesinado por defender un sueño. Luchó de manera pacífica contra la extracción de madera y la expansión de los pastizales sobre el Amazonas.
También os dejo el link del vídeo analizado del programa "Amazonas clandestino".
Enhorabuena!! Excelente entrada, no puedo sacar ningún fallo. Esta perfecta!
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